Tema 14: La ciudad en España.
Estructura y morfología.
1. Proceso de urbanización en
España
La evolución urbana en España ha
mantenido una tendencia creciente. Este crecimiento de la tasa de
urbanización no se ha producido de manera regular. En este proceso
de crecimiento no todas las localidades han tenido el mismo
protagonismo. Han sido las grandes ciudades las que han registrado
las tasas más altas, especialmente las comprendidas entre los
100.000 y 500.000 habitantes, 18% de la población en 1970 al 23% de
la población en 2007. Ciudades con más de 500.000 habitantes, 20%
del total de la población en 1981; en 2007 16%. En las últimas
décadas el protagonismo lo ha tenido las ciudades pequeñas y
medias, comprendidas entre los 10.000 y 100.000 habitantes, 28% de la
población en 1970 al 38% en 2007.
1.1 Factores que han intervenido en
el proceso de urbanización.
Las causas del desarrollo de la
urbanización y su desigual distribución sobre el territorio se
relacionan, con el incremento de actividades económicas con un
fuerte poder de atracción de mano e obra. Los principales factores
han sido:
- La industrialización. En el siglo XIX el desarrollo industrial en las regiones cantábricas, vasca y catalana.
- Turismo. Masiva afluencia extranjera y española a las costas mediterráneas
- Influencia ejercida por una gran ciudad, que actúa incrementando el proceso urbanizador de los núcleos y ciudades próximas a Madrid.
- Transformación de los sistemas y técnicas de producción agraria. Excedente de mano de obra y la gente emigra a la ciudad.
- Desarrollo de la agricultura especializada y de regadío, en la concentración de la población en núcleos urbanos.
1.2 Consecuencias del proceso de
urbanización
Entre las consecuencias territoriales
destaca el despoblamiento del medio rural y la consiguiente
concentración de la población en las ciudades más grandes.
La redistribución de la población
también ha tenido consecuencias sociodemográficas y provocar
cambios en los comportamientos demográficos de la población rural y
urbana. Entre los aspectos más significativos que se han visto
alterados por este proceso esta el relativo a la composición por
edad de la población urbana.
Las consecuencias de la urbanización
que más se tienden a valorar en la actualidad son aquellas que
afectan al medio ambiente natural y urbano. Los efectos
medioambientales más importantes son, el aumento del consumo de
recursos y energía, la degradación de paisajes…
2. La evolución de la ciudad
española
Se trata de descubrir lo que la ciudad
actual debe a cada una de sus etapas de su pasado.
2.1 La ciudad preindustrial
La etapa preindustrial comprende el
desarrollo de las ciudades desde la Antigüedad clásica hasta la
implantación del proceso industrializador. Siglo XIX.
2.1.1 Edad Antigua
Las primeras ciudades de la Península
surgieron en la época de las colonizaciones fenicia, púnica y
griega. Estos pueblos de comerciantes fundaron una serie de nuevas
poblaciones a lo largo del litoral mediterráneo. Entre ellas destaca
Cádiz.
La época romana represento un aumento
de la urbanización en la Península. Los romanos utilizaron la
ciudad como vehículo de romanización. Surgieron nuevas ciudades o
colonias romanas como Itálica (Sevilla).
Entre las aportaciones a la
organización de la ciudad destaca la implantación de un plano o
trazado urbano de carácter geométrico (plano Hypodámico)
configurando a partir de dos ejes que se cortaban perpendicularmente:
el cardo máximo, de orientación norte-sur y el decumano máximo, de
orientación este-oeste; en su interior el espacio urbano se ordenaba
en torno a un lugar central, el foro. La ciudad se enriqueció con
edificios públicos. Si la ciudad estaba en una posición estratégica
importante, era atravesada por la Vía Augusta.
2.1.2 Edad Media
Tras la caída del Imperio Romano, la
urbanización peninsular sufrió un retroceso en la época medieval
debido a la invasión de los pueblos bárbaros. Solo a partir del
siglo X se asiste a un resurgimiento de las ciudades. Estas
circunstancias dieron lugar a la creación de nuevas ciudades.
Por aquel entonces habitaban en la
Península dos pueblos con religiones, culturas y modos de vida
diferentes, lo que se tradujo en dos modelos de ciudad, la cristiana
y la musulmana.
- La población de la ciudad cristiana vivía de la ganadería y de la agricultura de secano. Las ciudades desempeñaban una función militar y estratégica, de ahí que el paisaje urbano se caracterizara por pequeños recintos amurallados. En el centro se situaba la plaza y en ella se levantaba la iglesia. Las ciudades cristianas se tenían que defender de los musulmanes. Normalmente en las ciudades medievales estaban situadas en la falda de una montaña. Arriba se situaba el castillo o la iglesia y alrededor el pueblo ya que se defendían por él.
- Las ciudades musulmanas se fundaron sobre poblados anteriores. Se caracterizaba por un conjunto apretado de edificios, rodeados y protegidos por una muralla que la separaba del exterior. Lo más representativo es su plano, en el que destacaban unas cuantas calles transversales o radiales de trazado sinuoso. Las calles eran estrechas. También eran frecuentes los callejones ciegos o sin salida, llamados adarves. La ciudad se organizaba en arrabales. El centro de la ciudad islámica era la medina, donde se situaba la mezquita mayor.
2.1.3 La edad moderna
Durante el siglo XVI, XVII y XVIII. Una
creciente urbanización derivó en una mejora de las infraestructuras
urbanas y en una remodelación de la trama viaria. Destaca la
introducción de la plaza mayor. Destaca Santa Fe (Granada).
El siglo XVIII una nueva etapa de
florecimiento. Se llevan a cabo importantes reformas urbanas y se
introduce la estética urbana mediante la creación de puertas
monumentales. Se produce una revalorización del espacio público. De
esta época es la creación de los Sitios Reales como el de Aranjuez
(Madrid).
2.2 La ciudad industrial: las
transformaciones durante el siglo XIX
Aumenta significativamente la
urbanización como consecuencia del desarrollo de obras públicas, de
la desamortización y la creación de infraestructuras viarias como
los ferrocarriles. La ciudad se transforma para adaptarse al nuevo
modo de vida urbano. Se derriban murallas y se construyen teatros,
mercados de abastos…
En el plano físico, las ciudades
pusieron en marcha una serie de operaciones de crecimiento y
remodelación de su espacio interior.
- Lo que caracteriza este tipo de proyectos de reforma interior es la remodelación de la trama viaria o <<haussmanizacion>> se conoce así a las operaciones urbanas que se desarrollaron en los centros de las ciudades para adaptarlas a las nuevas exigencias de la sociedad moderna
- Los planes de ensanche. Estos planes consistía en la yuxtaposición de un nuevo conjunto urbano coherente, proyectado de una sola vez y unido a la ciudad consolidada. Se caracterizo por su morfología de calles perfectamente alineadas de trazado ortogonal, por lo que terminaron favoreciendo la segregación social. Cabe destacar los planes de ensanche de Barcelona.
3. La ciudad industrial.
Planificación urbana y cambios en el paisaje urbano.
En el siglo XX la ciudad española
conoció una transformación sin precedentes.
3.1 Desarrollo de nuevas formas de
crecimiento
- Ciudades jardín. Ebenzer Howard. Su objetivo era acercar la naturaleza a la ciudad. Las características principales de estas viviendas es la presencia de un pequeño huerto o jardín.
- El proyecto de ciudad lineal. Arturo Soria. Pretendía el crecimiento urbano en torno a principales vías de comunicación entre ciudades, procurando mantener la relación entre el medio urbano y el medio natural. Su objetivo era acabar con la especulación del suelo.
Pero las formas más extendidas de
crecimiento urbano de la época fueron los polígonos residenciales y
los proyectos de nuevas parcelaciones en suelo rústico.
- Lo más característico de los nuevos polígonos residenciales será el bloque exento con una elevada densidad residencia, un tipo de vivienda de escasas dimensiones y calidades constructivas en unas zonas urbanas carentes de equipamientos sociales.
- Los años de mayor crecimiento urbano del siglo XX, se caracterizaron también por la aparición en las periferias urbanas de las barriadas de autoconstrucción o chabolas. Estos barrios se caracterizan por asentarse en terrenos rústicos parcelados ilegalmente sobre los que se levanta viviendas de autoconstrucción con materiales de mala calidad y que carecen de servicios de abastecimiento de agua, saneamiento, electricidad, etc. Se llaman viviendas de autoconstrucción.
3.2 La política de vivienda
Las primeras subvenciones para la
construcción de viviendas para la clase obrera se reglamentaron a
principio s del siglo XX (Ley de casas baratas). La labor más
intensa se produjo durante el periodo autárquico, del aumento de la
inmigración a las ciudades y de la paralización de la construcción.
El Estado emprendió un amplio Plan de Reconstrucción Nacional
mediante la creación de organismos especiales: Dirección General de
Regiones Devastadas, Obra Sindical del Hogar, Instituto Nacional de
la Vivienda, etc.
La creación del Ministerio de la
Vivienda, impulsó los planes de vivienda y las leyes que
favorecían la construcción de viviendas de protección oficial.
3.3 Plan General de Ordenación Urbana
(PGOU): figura de planeamiento que sirve para la ordenación integral
del territorio de un municipio. Los fines de un PGOU son establecer
la distribución de los usos del suelo (residencial, industrial, para
equipamientos, etc.) así como la localización de los sistemas
generales o infraestructuras (sistema viario, espacios públicos,
etc.). Además, el Plan General regula los derechos y deberes de los
propietarios a través de la clasificación de los diferentes tipos
de suelo: urbano, urbanizable y no urbanizable.
4. Dinámicas urbanas en la ciudad
española de la etapa postindustrial
Los puntos de referencia sobre los que
se asientan las actuales políticas urbanas de las ciudades españolas
son:
- El desarrollo de unas actividades económicas basadas en el sector servicios
- La cada vez mayor significación del turismo cultural para la economía urbana
- La influencia de las determinaciones medioambientales
4.1 Cambios en los centros
históricos
Los cascos antiguos o centros
históricos de las ciudades españoles, se caracterizan por una
cierta irregularidad, por calles estrechas de trazado sinuoso y por
la escasez de espacios abiertos, así como por un parque de edificios
en proceso rápido de deterioro.
Para revitalizarlos y obtener de ellos
las nuevas rentabilidades ligadas con una economía urbana basada en
los servicios y en la atracción del turismo, se han practicado dos
tipos de operaciones urbanísticas: de renovación y
rehabilitación.
4.1.1 Operación de renovación
urbana
Las operaciones de renovación urbana
fueron importantes y significaron actuaciones de reforma en la trama
viaria y de sustitución total de la antigua edificación; esto
supuso un grave atentado contra el patrimonio arquitectónico de
muchas ciudades y conllevó la expulsión de la antigua población
residente. Las operaciones de renovación supusieron funciones que
precisan la centralidad para su concreta reproducción.
4.1.2 Operaciones de rehabilitación
urbana
Las operaciones de rehabilitación
urbana son propias de los años 80 e intentan combatir y paliar las
consecuencias de las operaciones de renovación.
La política de rehabilitación de los
centros urbanos fue impulsada internacionalmente a través de una
serie de cartas y documentos entre los que destacan la Carta de
Venecia o el documento de Nairobi.
Estas operaciones de renovación y
rehabilitación han afectado también a los ensanches y más
recientemente se están extendiendo a los barrios marginales.
4.1.3 La política de rehabilitación
urbana en Andalucía
La política de rehabilitación de
viviendas en Andalucía acoge, entre otros, los siguientes programas:
- Programa de transformación de infravivienda: persigue mejorar sustancialmente las condiciones precarias de alojamiento con obras de rehabilitación.
- Programa de rehabilitación autonómica: ofrece ayudas a familias con recursos limitados para que promuevan actuaciones de conservación y mejora de sus viviendas
- Programa de rehabilitación singular: esta encaminado a la rehabilitación del patrimonio público.
- Áreas de Rehabilitación Concertada: su objetivo es mejorar las condiciones de alojamiento de la población residente de centros históricos
- Rehabilitación Integral de Barriadas: este proyecto va dirigido a las barriadas con especiales problemas sociales.
4.2 El proceso de suburbanización o
desarrollo de las periferias urbanas
El desarrollo de las periferias urbanas
es el resultado del deseo de las familias de buscar espacios
residenciales con una mejor calidad ambiental, asi como la necesidad
de conseguir una vivienda de precio más asequible.
Las periferias urbanas conocen la
implantación de nuevos usos como centros y áreas comerciales,
parques periurbanos y parques tecnológicos y polígonos
industriales.
El desarrollo de estas áreas
trasciende incluso los propios límites de la ciudad principal,
extendiéndose hacia los municipios limítrofes, estos, junto con la
ciudad central es conocida como aglomeración urbana.
TEMA 15: EL SISTEMA DE CIUDADES EN
ESPAÑA: Jerarquía urbana, funciones de la ciudad y áreas de
influencias. Evolución del sistema de ciudades en España. Grandes
ejes de desarrollo urbano.
1.4 Jerarquía de la red urbana
La red urbana esta formada por el
conjunto de ciudades distribuidas sobre el territorio de modo
jerárquico. Se habla de red porque las ciudades mantienen entre si
unas relaciones de interdependencia. La ciudad red urbana esta
formada por ciudades agrupadas en diferentes niveles de rango o
importancia. Se distinguen los siguientes niveles:
- Metrópolis nacionales. Aquí se encuentran Madrid y Barcelona, aglomeraciones que superan los tres millones de habitantes. Estas urbes ejercen su influencia sobre el territorio nacional y se relacionan con otras metrópolis internacionales.
- Metrópolis regionales de primer orden. Ciudades como Sevilla o Málaga. Su población oscila entre 500.000 y 1.500.000 habitantes y su influencia se extiende al ámbito regional.
- Metrópolis regionales de segundo orden. Murcia o Granada. Una población entre los 200.000 y 500.000 habitantes, conjugan el ser centros de servicios especializados.
- Ciudades medianas. Engloba capitales de provincias y ciudades que conocen un dinamismo económico: Segovia o Burgos.
El modelo de sistema urbano español
como un modelo concentrado y polarizado en el que las grandes áreas
metropolitanas concentran población y actividad económica.
2.2 La red urbana en Andalucía
La red de ciudades en Andalucía esta
formada por 148 municipios. Es una red jerarquizada. En el nivel
superior existen solamente dos urbes, Sevilla y Málaga, que superan
los 500.000 habitantes.
Después le siguen un grupo de 10
ciudades que rebasan los 100.000 habitantes, formado por el resto de
las capitales de provincias, mas Jerez, Marbella, Dos Hermanas y
Algeciras.
A continuación están los comprendidos
entre los 50.000 y 100.000 habitantes, existen 16 ciudades entre las
que destacan San Fernando y el Puerto de Santa María.
En el nivel entre los 20.000 y 50.000
habitantes hay 47 ciudades como Utrera o Antequera.
El nivel más bajo lo forman los 73
municipios que tienen una población comprendida entre los 10.000 y
20.000 habitantes.
- A finales del siglo XIX y principios del XX Andalucía presentaba una red de ciudades escasamente desarrollada y jerarquizada. Solamente seis ciudades superaban los 50.000 habitantes. La consecuencia fue el fortalecimiento de una trama de ciudades medias.
- La década de los 50, experimenta cambios notables: por un lado, el importante crecimiento en el número de ciudades de 10.000 habitantes y por otro, el crecimiento de las ciudades grandes. Además se observa la desigual evolución que tienen las ciudades del interior y del litoral.
En resumen, la evolución del sistema
urbano andaluz se caracteriza por la progresiva concentración de la
población en las capitales de provincia y en los municipios del
litoral.
2.2.1 Caracterización de ciudades
en Andalucía
Los rasgos que caracterizan el sistema
de ciudades en Andalucía vienen motivados por razones de naturaleza
geográfica, histórica o económica. Las características son:
- Falta clara de unidad en el sistema, como consecuencia de la desconexión funcional entre las ciudades de Andalucía oriental y occidental
- La ausencia de concentraciones urbana de gran tamaño
- Gran importancia de las ciudades de más de 100.000 habitantes, lo que confiere un cierto equilibrio territorial al sistema urbano regional
- La conformación de un potente sistema urbano en torno al litoral, debido a la mayor presión demográfica en las zonas costeras
2.2.2 La red de ciudades medias de
Andalucía
Formada por 136 núcleos urbanos. Estas
ciudades medias presentan una gran diversidad funcional. Función de
centro comarcal como en Ronda, clara significación industrial como
Linares, otras volcadas en actividades marítimas o portuarias como
Motril, otras tienen en el turismo su motor económico como Marbella,
algunas han florecido al amparo de un desarrollo agrario intensivo
como El Ejido y por ultimo otras deben su crecimiento a la influencia
y al dinamismo de una ciudad principal en sus proximidades como Dos
Hermanas.
Hoy se contemplan como el mejor
instrumento de articulación interna de la comunidad autónoma.
2.2.3 Las áreas metropolitanas o
aglomeraciones urbanas andaluzas
La formación de aglomeraciones urbanas
es un fenómeno relativamente reciente en la dinámica territorial
andaluza. Empieza a consolidarse en la década de los noventa. A
partir de 1981, las grandes ciudades experimentan un retroceso en sus
poblaciones a consecuencia de lo que ha venido a llamarse
contraurbanización; muchas son las causas, entre las fundamentales
están el aumento de los costes sociales, ambientales y económicos
producidos por la congestión urbana, la carestía de las viviendas o
la búsqueda de una mejor calidad de vida.
Así empiezan a formarse las
aglomeraciones urbanas andaluzas, que constituyen hoy el primer nivel
de articulación física y económica de la región; son las mayores
concentraciones de población, empleo y de dinamismo económico.
Por último las aglomeraciones urbanas
andaluzas constituyen los nodos de articulación con el exterior, al
ser los puntos de enlace con las principales vías de comunicación.
La funcionalidad de las áreas
metropolitanas, han sido los centros político-administrativo de
ámbito provincial, imponiéndose a las funciones de capitalidad
agraria que tuvieron en un pasado más lejano. En los últimos años
ha aumentado su carácter de centros terciarios o de servicios.
P.1 El sistema de ciudades en España
Se entiende por sistema urbano la
disposición de las ciudades sobre el territorio y las relaciones que
mantienen entre si y en relación con su entorno, a través de flujos
de diferente naturaleza.
Puede ser analizados en función de
diferentes ámbitos espaciales: provincial comarcal regional nacional
e internacional.
- Sistema de ciudades en la España industrial
El sistema urbano español esta basado
en dos grandes centros urbanos: Madrid y Barcelona. Esto se debe
tanto al desarrollo industrial, como al peso de Madrid como capital
del Estado. Otras como Bilbao y las capitales de provincia, se
convierten en centros rectores del sistema urbano de ámbito
provincial.
Las características del proceso de
industrialización y urbanización provocó la aparición de fuertes
desequilibrios territoriales, de modo que la actividad y riqueza se
concentro en unas pocas ciudades, mientras el resto quedó en
situación de desventaja y dependencia respecto a aquellas.
Para corregir estos desequilibrios se
diseñaron los Planes y los Polos de Desarrollo a finales de los años
1960, que contribuyeron al desarrollo e algunas ciudades y a
equilibrar la red urbana. Los más destacados fueron los de Sevilla y
Huelva.
- Sistema de ciudades en la España postindustrial
Últimos años de la década de 1970.
Las principales características son la desindustrialización de la
población activa, la reindustrialización tecnológica, la
tercerización social y económica, una mayor especialización en
servicios avanzados, el descenso en el ritmo de crecimiento de la
población urbana y el aumento de la movilidad personal y de la
formación.
Estas nuevas circunstancias, dio lugar
a la creación de parques o polígonos tecnológicos donde se
concentran industrias de alta tecnología; destacan entre otros
Sevilla o Barcelona.
Otro fenómeno característico es la
tercerización de las ciudades. La desindustrialización y la
tercerización provocaron cambios significativos en el sistema de
ciudades. La desindustrialización motivo el estancamiento y la
crisis de las ciudades más industrializadas en la etapa anterior.
Por su parte, la tercerización consolido los ejes litorales urbanos
y ayudó al sostenimiento de los centros provinciales. El resultado
fue una nueva estructura del territorio, caracterizada por la
metropolización.
- Un nuevo modelo de integración del sistema urbano: los ejes de desarrollo urbano
Un eje de desarrollo se produce cuando
las ciudades se articulan en torno a un conjunto de infraestructuras
de transportes terrestres, a las que se une la concentración de
actividades y de población. Los ejes son:
- Eje mediterráneo o levantino. Se extiende de Girona a Murcia. Esta plenamente consolidado desde el punto de vista de la red urbana; su nivel de urbanización es muy elevado y presenta una estructura económica muy diversificada.
- Eje del Ebro. Discurre desde Bilbao hasta Tarragona
- Eje cantábrico. Desde el País Vasco a Galicia. Es el espacio más debilitado porque, además del declive minero-industrial, carece de recursos sustitutivos. Su alto nivel de urbanización, convive con un declive urbano, un débil crecimiento económico y una red urbana estancada.
- Eje atlántico gallego. Concentra la mayor parte del sector productivo gallego y forma parte de un eje de mayor envergadura que se prolonga hacia Oporto.
- Madrid. Su situación central dentro del sistema de infraestructuras le confiere una posición de conexión entre varios ejes.
- Eje litoral andaluz. Constituye un corredor de gran importancia turística y es además la continuación natural del eje mediterráneo, así como enclave de conexión con África.
- Eje transversal andaluz. En torno a la Autovía del 92; situadas en el llamado surco intrabético y la conexión del territorio interno andaluz con el Levante.
- Eje Madrid-Andalucía. Hay grandes zonas con potenciales demográficos muy bajos a su paso por Castilla-La Mancha y parte de Andalucía; sin embargo, como la zona de Sevilla y el área de Jerez de la Frontera y Cádiz, tienen un fuerte crecimiento demográfico.
- Eje oeste. Ruta de la Plata. Se extiende desde Huelva y Sevilla hasta el Principado de Asturias.
Tema 16: El espacio rural y los
condicionantes de la actividad agraria en España: condicionantes de
la actividad agraria en España. Usos y aprovechamientos agrarios.
Los nuevos usos y funciones del espacio rural.
2. Los condicionantes de la
actividad agraria
El espacio y las actividades agrarias
están muy influidos por factores naturales y humanos. Los primeros
provienen de los componentes del medio físico y son los principales
responsables de la diferenciación paisajística; los segundos se
refieren a la actuación humana sobre el medio.
- Los condicionantes naturales
- El relieve tiene una gran influencia, tanto directa como indirecta, y su primera manifestación es la que ejerce a través de las formas de relieve, es decir, de la topografía. La altitud sobre el nivel del mar influye a través del clima y se manifiesta en las condiciones de humedad y temperatura. Las pendientes y desniveles, influyen en la formación y grado de estabilidad de los suelos, en las condiciones y formas de laboreo.
- El clima confiere al espacio agrario algunos de sus rasgos mas elementales y en adaptación a él se configuran los principales tipos de paisajes agrarios. Influye a través de las temperaturas, de las precipitaciones y de los restantes elementos climáticos. El régimen climático que ejerce una influencia más extensa es el mediterráneo, cuya prolongada sequia estival, combinada con las elevadas temperaturas, exige una fuerte adaptación de plantas y cultivos, como consecuencia la adopción de la trilogía de cultivos mediterráneos y la implantación del regadío para contrarrestar los efectos de la aridez.
- Los suelos. Su acción se debe a un conjunto tan variado de condicionantes que justifican que los paisajes agrarios españoles no puedan explicarse en detalles sin recurrir al mapa de suelos.
- La vegetación natural. En algunas ocasiones ha sido eliminada por completo para la plena ocupación agrícola del espacio; en otras se han mantenido con grandes rasgos de pureza y constituye la base de los aprovechamientos forestales. Otras han optado por un aprovechamiento conjunto e integrado de suelo, pastos y arbolado, surgiendo entonces paisajes tan espectaculares como la dehesa.
- Los condicionantes humanos
Los factores humanos son responsables
de la ordenación y usos que presenta el espacio agrario; son
expresivos de las condiciones sociales, económicas, técnicas,
políticas, etc.
- En relación con los condicionantes históricos, la primera ordenación agraria en época antigua, los romanos, instauraron la trilogía de cultivos mediterránea. Posteriormente, la ocupación musulmana supuso una reordenación que confería gran importancia al regadío y a la producción de frutas y hortalizas para la alimentación humana. La reconquista y repoblación cristianas llevaron dos procesos de clarísimas repercusiones: por una parte, el uso y ordenación de la tierra basados en la coexistencia entre aprovechamientos cerealistas y ganaderos y, por otra, un sistema de posesión de la tierra que tuvo plena vigencia hasta mediados del siglo XIX y fue responsable de las grandísimas desigualdades.
- Condicionantes sociales y económicos. Hasta después de mediados del siglo XX, la sociedad española ha sido básicamente rural por cultura y por el lugar de residencia. También ha sido una sociedad agraria por la importancia que tenia la producción agropecuaria y en el autoabastecimiento de las poblaciones. Ha sido en el último tercio del siglo XX cuando la actividad agraria ha tomado una orientación hacia el mercado, hacia la producción especializada y a gran escala, particularmente de la Unión Europea.
- Grandes innovaciones técnicas. Por el sector agrario, entre las que destacan la mecanización del campo, la generalización del uso de abonos y fertilizantes, el empleo de semillas y razas selectas, la racionalización de las prácticas agropecuarias.
- Ingreso de España en las Comunidades Europeas. Ha traído consigo la ampliación de los mercados agrarios, la participación en la fijación de las políticas, comunitarios y unas nuevas condiciones financiación de la producción agraria
- Condiciones posproductivistas. Generadas por la preocupación ambiental, por el consumo excesivo de insumos en la agricultura, por la superproducción y los excedentes agrarios.
1. El espacio agrario y sus datos
básicos.
Por espacio agrario entendemos las
áreas geográficas acondicionadas por el ser humano para la
producción agrícola, ganadera o forestal. Esta noción de espacio
agrario se confunde con al de espacio rural
La segunda alude a un ámbito - el
campo – en el que se desarrollan actividades relacionadas con la
industria, el ocio, las residencias o el turismo rural.
El espacio agrario surge de la
actuación humana sobre el medio natural y refleja los caracteres del
medio físico y el sentido de la actuación humana, que se concretan
en forma de paisajes agrarios.
La superficie geográfica española, es
de 50,5 millones de hectáreas y se distribuye en tres grandes
categorías: tierras de cultivo, prados y pastos y terrenos
forestales.
Las tierras que realmente tienen
utilidad agraria equivalen al 80% de la superficie.
- La superficie de cultivo. Primero, representa un porcentaje intermedio en el contexto de los países europeos y, segundo, en los últimos treinta años ha experimentado un retroceso
- Los parados y pastizales. Tienen una relación muy directa con las condiciones climáticas, que favorecen el desarrollo de la pradera o lo limitan.
- Los terrenos forestales. Se corresponden con las zonas de montaña y las tierras de escasas o nulas posibilidades agrícolas. Supone una tercera parte de la geografía peninsular. Son objeto de aprovechamiento maderero, cinegético… y, en buena medida, constituyen el soporte de la red de espacios naturales protegidos.
Los datos arrojan numerosas diferencias
regionales. En lo que a tierras de cultivo se refiere, destacan los
altísimos valores de Andalucía y Castilla La-Mancha; Asturias y
Cantabria se distinguen por sus prados y Extremadura, por sus
pastizales. Los terrenos forestales abundan en las comunidades
atlántico-cantábricas.
3. Mapas de usos del suelo
El examen del mapa actual de cultivos y
aprovechamientos pone de manifiesto la relación existente entre
estos y los restantes componentes del medio geográfico en particular
el relieve y los grandes dominios climáticos.
Existe gran coincidencia entre los
espacios forestales y las áreas de montaña. Es consecuencia
de la escasa o nula aptitud agrícola de las montañas del abandono
de los usos agrarios tradicionales y de la repoblación forestal.
Las praderas y los pastizales
ocupan las zonas de montaña media de topografía menos accidentada y
las grandes penillanuras, sobre los suelos de la iberia silícea. Las
praderas y los pastizales son el asiento de la ganadería
tradicional.
Las tierras cultivadas ocupan
las superficies de topografía mas favorable y los mejores suelos. Se
distinguen tres grandes conjuntos agrícolas: las cuencas interiores
de la meseta, las depresiones exteriores y el litoral mediterráneo.
- Tanto la submeseta del septentrional como la meridional tienen un intenso uso agrario
- Las depresiones del Ebro y Guadalquivir presentan el denominador común de la aptitud agrícola, aunque las tierras béticas ofrecen mayores potencialidades
- Las zonas del litoral mediterráneo se caracterizan por la intensidad de laboreo sobre una franja estrecha
En los espacios de aprovechamiento
agrícola destacan las zonas de regadío, pero hoy constituyen
uno de los principales soportes económicos de la agricultura
española. Junto a ellos resaltan en el mapa de usos del suelo los
espacios ocupados por cultivos forzados y subtropicales.
7. Los espacios rurales de
Andalucía.
7.1 Usos del suelo y condicionantes
Las tierras de cultivo hacen de
Andalucía la segunda comunidad autónoma en extensión cultivable
Los prados y pastizales suponen
el 13,2 % de la superficie geográfica, muy similar al porcentaje
general de España. La aludida extensión esta compuesta de
pastizales cuya amplitud se explica por nuestros condicionantes
climáticos.
En una proporción inferior a la media
nacional, lo que justifica por razones climáticas y por el menor
grado de presencia de la montaña.
Las mayores proporciones de tierra de
cultivo corresponden a Sevilla, Córdoba y Jaén, provincias que se
extienden por los favorables terrenos de la depresión Bética. Cádiz
y Granada, prados y pastizales, y las provincias de Huelva, Córdoba,
Málaga y Jaén, las de terreno forestal.
La distribución general está muy
influida por los condicionamientos naturales. A sus favorables
condiciones de altitud se añaden las propicias condiciones
topográficas, con abundancia de terrenos llanos y unos suelos de
proverbial fertilidad.
Clima, claramente mediterráneo
y con gradaciones impuestas por la altura, ejerce una evidente
influencia sobre nuestros espacios rurales. Las condiciones
climáticas son favorables a la práctica agraria y en adaptación a
ellas se ha generalizado la trilogía mediterránea. Sus principales
limitaciones proceden de la aridez estival, que ha de paliarse con el
regadío y de la irregularidad de unos años a otros. En la franja
litoral mediterránea, las condiciones térmicas permiten los
cultivos subtropicales y favorecen cosechas fuera de temporada.
La tradicional fertilidad de los
espacios béticos propició una temprana ocupación agrícola del
territorio. En época romana comenzó la explotación cerealista
y olivarera. Los árabes desarrollaron los sistemas de regadío y
ampliaron las especies cultivadas. Tras la conquista medieval por los
cristianos se instauraron prácticas de cultivo castellanas, al
tiempo que el régimen señorial propició el desarrollo del
latifundismo.
Otros condicionantes históricos y
humanos fueron, las desamortizaciones religiosa y civil.
Progresivamente se fueron conformando unas estructuras agrarias
que descansan sobre la tradicional dualidad d latifundio y
minifundio.
7.2 Transformaciones recientes y
estructura agraria actual
La segunda mitad del siglo XX
experimentó profundas transformaciones, derivadas de la
mecanización general del campo, del empleo de fertilizantes y
semillas selectas, de la difusión de cultivos industriales, de la
adopción de nuevos sistemas de cultivos, etc. Todo ello propicio la
inserción del campo andaluz en el contexto productivista. Así se
llego a una gran especialización productiva de las comarcas
andaluzas.
En los últimos lustros y estamos
asistiendo también el auge de la agricultura ecológica.
En lo concerniente a las estructuras
agrarias, el campo andaluz mantiene la dualidad histórica entre
pequeña y gran propiedad.
Tema 9.
P.1 Los usos y aprovechamientos del
suelo.
1.1 los cultivos
En los cultivos españoles distinguimos
entre los de la España atlántica y los de la España
mediterránea y dentro de estos, entre los de secano y los
de regadío. Los de mayor implantación superficial son los
integrantes de la denominada trilogía mediterránea: cereales, vid
y olivo.
La geografía agrícola española
presenta unos caracteres nuevos, motivados por las transformaciones
ocurridas en las últimas décadas. Entre esos rasgos merecen
destacarse la reducción experimentada por la superficie labrada, un
incremento de las producciones y la ruptura del equilibrio
tradicional entre los distintos cultivos.
Los cultivos más extendidos son los
cereales. Antes estaban mas extendidos y se orientaban hacia
el consumo humano; hoy, en cambio, ocupan menor superficie, la
producción se ha multiplicado y se destinan en mayor medida al
consumo ganadero, como el trigo y la cebada.
Alcanzó su máxima extensión en el
apogeo de la sociedad rural y al amparo de los beneficios que le
dispensaba la política proteccionista del periodo autárquico.
La cebada se ha extendido sobre
tierras, aprovechando la demanda para la fabricación de pienso y
para la elaboración de cerveza.
La avena perdió superficie de
cultivo. El centeno ha retrocedido. El arroz requiere
especiales condiciones de temperatura y humedad y se ha extendido
hasta el delta del Ebro y las marismas del Guadalquivir. El maíz
tiene su mayor área de expansión en la España húmeda, sobre todo
en Galicia.
Las hortalizas han pasado a
amplios espacios de cultivo. Los frutales se han beneficiado
de la expansión del regadío, de la intensificación de cultivos y
del acceso de las frutas a los mercados europeos. El olivar es
más representativo en el sur de España. Adquiere carácter de
monocultivo en muchas comarcas andaluzas, donde no solo es fundamento
de su economía sino también de su geografía social.
El viñedo, concentrada en La
Mancha. Se orienta hacia la producción de vino y sólo una pequeña
extensión a uva de mesa. Los cultivos industriales tuvieron
un fortísimo impulso en la década de los años sesenta. El girasol
alcanza los máximos valores en Cuenca y Sevilla. La remolacha
azucarera se concentra en la cuenca del Duero.
1.2 La ganadería
Históricamente la ganadería ha
estado muy vinculada a la agricultura, pues unas especies ganaderas
contribuían como animales de tiro a las faenas agrícolas y otras
pastaban en los espacios libres de cultivo. Además, una parte de la
agricultura estaba orientada hacia la alimentación animal.
Agricultura y ganadería aparecían como aprovechamientos integrados
espacial y funcionalmente y dependientes entre sí.
Desde la Edad Media el
componente ganadero ha sido un elemento básico de la génesis de
nuestros paisajes agrarios, la coexistencia entre agricultura y
ganadería hemos de añadir la influencia ejercida por la Mesta y
trashumancia, a cuyo servicio se gestó una red de cañadas,
veredas y caminos y cuya existencia ha sido factor de ordenación del
espacio geográfico.
En la actualidad la ganadería,
tiene una importancia numérica y económica sin precedentes. Como el
éxodo migratorio contribuyó a la escasez de pastores y la ganadería
no podía permanecer anclada en las practicas extensivas, hubo de
modernizarse, buscando acomodo en el nuevo contexto del agro español.
Hubo una intensificación ganadera basada en la mejora genética, en
la racionalización de las practicas pecuarias, en la introducción
de mejoras alimenticias y de sanidad animal y en un decidido paso
hacia la estabulación.
La conclusión del proceso fue el
surgimiento de los sistemas ganaderos actuales, regidos por la
necesidad de abastecer a una sociedad que demanda nuevo productos
animales. Se ha optado por un modelo ganadero de alta productividad,
basado en las razas importadas, en la estabulación, en la mejora
genética, etc., pero que adolece de inconvenientes como la
dependencia de la importación de cereales para pienso.
El ganado bovino incorporo animales
importados de razas selectas con gran capacidad productiva, pero no
adaptadas ecológicamente y generadoras de excedentes en el contexto
europeo.
El ganado ovino. De ser un
animal muy extendido por la geografía española, donde acompañaba a
los cereales, hoy se halla encontrado en las penillanuras
occidentales, submeseta meridional y vertientes de los Pirineos y
Sistemas Béticos.
El ganado caprino tuvo su máximo
histórico en los años de la posguerra por su capacidad de
supervivencia en condiciones adversas y su contribución al
autoabastecimiento de carne y leche.
El ganado porcino es el más
numeroso. Ha sido uno de los pilares de la producción cárnica del
desarrollismo y hoy responde a dos modelos ganaderos: uno
semiextensivo, en torno a la dehesa, y otro estabulado, clara
dimensión de ganadería industrial.
Esa misma consideración corresponde a
las granjas de pollos y conejos. E igualmente a la apicultura.
La cabaña equina ha disminuido
hasta mínimos históricos, pues perdió su presencia secular en el
campo español al ser desplazada como fuerza de trabajo por la
tracción mecánica.
- Los aprovechamientos forestales
Los aprovechamientos forestales están
relacionados con el uso y explotación del bosque. En España
la superficie forestal es moderada, debido tanto a los condicionantes
naturales como a la actuación humana sobre la vegetación. La
contribución económica de los aprovechamientos forestales a la
Producción Final Agraria es muy modesta, con importantes diferencias
entre las regiones.
El retroceso de la superficie
arbolada fue consecuencia de la ampliación histórica de la
superficie de cultivo y de la dedicada a pastos
La superficie de monte se
corresponde hoy con las zonas de montaña y nuestros bosques están
formados por especias autóctonas, adaptadas a las condiciones
del lugar y por especies repobladas. Estas últimas son las
dominantes y su presencia es consecuencia de las políticas de
repoblación forestal llevadas a cabo en las décadas pasadas.
A partir de los años 1940, en aplicación del Plan Forestal
Nacional, se llevó a cabo una extensa repoblación en el contexto de
la autarquía.
Los aprovechamientos forestales
giran en torno a las especies arbóreas y a las coníferas y
frondosas, que tienen su mayor implantación en la España atlántica
y de las que se obtienen madera, pasta para papel y otras utilidades,
como el corcho.
Otros aprovechamientos tradicionales
del bosque han estado relacionados con la recolección de semillas y
plantas.
5.1 La agricultura andaluza
En lo que a cultivos se refiere,
Andalucía es la comunidad autónoma en la que se manifiesta con
mayor claridad la trilogía mediterránea.
- Los cereales. Su mayor grado de presencia corresponde a las provincias y comarcas del valle y campiñas del Guadalquivir. Las provincias son Sevilla, Córdoba y Cádiz, seguidas de Granada. El cereal más extendido es el trigo, superior a la cebada.
- El arroz, equivalentes a la tercera parte de la superficie arrocera española. Es un cultivo relativamente reciente en Andalucía, y su expansión se debe al acondicionamiento de las marismas del Guadalquivir. Cádiz.
- Los cultivos hortícolas, que se distribuyen por todas las provincias andaluzas, que aprovechaba las aguas disponibles y procuraba el abastecimiento de pueblos y comarcas. La mayor superficie se sitúa en Almería y Granada, por condicionantes climáticos, la mayor concentración de invernaderos.
- Los cultivos industriales se dan sobre todo en las provincias de la depresión bética: Sevilla, Cádiz y Córdoba. Entre ellos destacan el girasol y la remolacha.
- Los frutales. Las primeras provincias por superficie plantada de frutales son Almería y granada; las demás provincias se distribuyen según los condicionantes agroclimáticos, de modo que los cítricos predominan en las provincias occidentales y los no cítricos, en las provincias montañosas orientales.
- El viñedo. Dedicado a la producción de uva para vino se ubica en tres áreas muy concretas de las provincias de Cádiz, Córdoba y Huelva.
- El olivar es cultivo emblemático de Andalucía. Las mayores superficies de cultivo corresponden a Jaén, Córdoba y Sevilla. El olivar ocupa las tierras adyacentes a la depresión del Guadalquivir, sobre los terrenos subbéticos, sobre todo en las jienenses, adquiere carácter de monocultivo.
Según su naturaleza y exigencias
hídricas, los cultivos antes citados pueden ser de secano o de
regadío. Sobre todo se concentran en el Valle del Guadalquivir.
4. Las transformaciones recientes
del campo español.
El éxodo migratorio supuso el
vaciamiento demográfico de las comarcas y regiones del interior de
España en beneficio de las áreas urbanas.
Las innovaciones agronómicas
supuso la generalización del uso de abonos y fertilizantes, la
utilización de semillas selectas, etc., fueron factores
determinantes de esa evolución, completada por la difusión de
cultivos industriales, la reducción de los barbechos y un incremento
generalizado de la producción y de la productividad.
La mecanización fue un factor
clave en la evolución del sector agrario y en cierto modo, fue
posible por el desarrollo de nuestra industria.
La ampliación de los regadíos. En
1902 se aprobó un ambicioso plan de regadíos que pretendía
duplicar la superficie irrigada. En 1993, se aprobó el Plan Nacional
de Obras Hidráulicas, que pretendía el aprovechamiento de los
recursos hídricos mediante la construcción de embalses, la
realización de envases y crear la infraestructura necesaria para la
ampliación de los regadíos.
Consecuencia ha sido la clara
orientación productiva que tomó el espacio agrario español, la
ruptura de los vínculos tradicionales entre agricultura, ganadería
y explotación forestal, una marcada disociación entre el mundo
rural y el urbano. A todo lo cual ha de sumarse la influencia
reciente de las políticas comunitarias.
6.3 Nuevos usos del espacio rural
Con frecuencia percibimos el espacio
rural como concepto opuesto a espacio urbano, expresión
de la dicotomía entre campo y ciudad
Se aprecia una clara influencia de la
ciudad y de lo urbano sobre el mismo, que ha atenuado los contrastes
paisajísticos entre campo y ciudad.
A lo largo de los tiempos el campo ha
tenido una función productiva relacionada con los
aprovechamientos agrícolas, ganaderos o forestales. Hoy mantiene su
condición de lugar productivo, pero gradualmente ha ido adquiriendo
valor de uso; residencias secundarias, establecimientos
industriales, talleres, naves de almacenamiento, etc.
En consecuencia, puede decirse que el
mundo rural ha perdido su caracterización tradicional y se ha
convertido en un espacio multifuncional y polivalente.
El mundo rural acusa hoy las presiones
del mundo moderno, donde se hace necesaria la adopción de prácticas
agrarias que favorezcan la preservación del entorno.
Las políticas europeas al respecto son
conscientes de los problemas del mundo rural y procuran el
mantenimiento de la población en su ámbito, apoyan la implantación
de nuevas empresas y dispensan mayor asistencia a las sociedades
locales.
2. La producción y el comercio
agrarios.
España es uno de los grandes
productores agrarios de Europa. En cuanto a productos agrícolas,
destacan por superficie sembrada y por producción obtenida los
cereales grano, los cultivos forrajeros, las hortalizas, los
cítricos, el viñedo y el olivar. Por el valor de la producción de
las hortalizas.
Un rasgo distintivo de nuestra
producción agraria es la variedad. La producción ganadera,
en sus dimensiones cárnica y láctea, también alcanza unas
proporciones considerables, destacando al respecto la de procedencia
porcina. Asimismo es digna de consideración la producción de miel.
España ocupa un nivel destacado en
el seno de la Unión Europea. Junto con Francia, al nivel de
Alemania e Italia. El significado de nuestro sector agrario no es
solo cuantitativo, sino cualitativo, pues adquiere un carácter
claramente complementario en el abastecimiento europeo, pues aporta
productos de los que ellos carecen.
Nuestro sector agrario se integra así
en la economía comunitaria mediante un circuito comercial por
el cual exportamos arroz, hortalizas, cítricos, frutas y aceite, así
como productos cárnicos.
El sector agrario español participa de
lleno en la Política Agraria Común de la Unión Europea, y
de hecho ha experimentado grandes transformaciones a partir del
ingreso de España en la misma. Muy importante ha sido la
contribución en forma de ayudas y subvenciones para el mantenimiento
de las producciones y de las rentas de agricultores y ganaderos.
17. Dominios y paisajes agrarios
en España. Caracterización y distribución grafica. Problemática
de los paisajes agrarios: dinamismo y crisis.
3. Los dominios y paisajes agrarios
La diversidad de los componentes
naturales, los diferentes usos del suelo y el distinto modo de
ordenación del espacio originan dominios y paisajes agrarios
específicos.
3.1 El dominio atlántico.
La España atlántica se individualiza
por su carácter montañoso y por la existencia de un clima húmedo y
de temperaturas suaves que favorecen el desarrollo de la vegetación
natural. La España atlántica es el dominio de los bosques y
de los prados, son el soporte de unos paisajes agrarios
basados en la especialización ganadera y forestal.
Los aprovechamientos agrarios
son variados, destacan los dedicados a la alimentación humana
(patatas y hortalizas) y animal (maíz) y los forestales. Su
verdadera especialización es la ganadería vacuna. La excelente
cabaña autóctona ha sido completada con la introducción de razas
extranjeras. La orientación de esta cabaña fue la producción de
leche, base de una potente industria.
Los paisajes agrarios atlántico
presentan una acusada parcelaria, con multitud de parcelas de
pequeño tamaño. Constituyen el ámbito de mayor implantación del
hábitat disperso, del que forman parte multitud de aldeas y caseríos
y en ellos predomina la pequeña propiedad y los regímenes de
explotación directa.
3.2 El dominio mediterráneo
interior.
Los aprovechamientos agrícolas están
dominados por los cultivos de secano y en gran extensión el regadío.
- La cuenca Del Duero es asiento de pequeña y mediana propiedad sobre una parcelación muy fragmentada. Sus orientaciones tradicionales han sido la explotación cerealista (trigo y cebada) y la ganadería ovina. La explotación cerealista ha alcanzado un elevado grado de mecanización, al tiempo que se ha difundido cultivos de regadío, como la remolacha, maíz o alfalfa. La superficie de pastos y barbechos ha disminuido progresivamente, lo que ha repercutido en la ganadería.
- El área castellano-manchego ofrece como rasgos distintivos el aumento del tamaño de las explotaciones agrarias y un notable grado de concentración del hábitat. Destacan tres grandes grupos de aprovechamientos: la ganadería ovina, el cultivo de cereales y el viñedo.
- El oeste peninsular. La Iberia silícea. Los suelos silíceos son poco fértiles y tienden moderadas cosechas, por eso se han constituido sobre ellos las explotaciones agrarias de dehesa, que integran los aprovechamientos agrícolas y ganaderos. En las extensas áreas puestas de regadío tras la construcción de los embalses (Plan Badajoz) aparecieron numerosos cultivos nuevos, como hortalizas, arroz, tabaco.
- El valle del Ebro. Comparte rasgos agrarios con la España interior, ofrece unos caracteres especiales, que resultan visibles en un doble gradación de paisajes: en altura, desde las montañas hasta el fondo de la depresión, y en longitud, desde el nacimiento del Ebro hasta la desembocadura, con una mezcla de influencias y diversidad de paisajes dentro de su coherencia mediterránea.
En la cuenca alta
hay caracteres propios de la España atlántica húmeda y de la
mediterránea seca, coexistiendo espacios agrícolas, ganaderos y
forestales. En las áreas de regadío se aprecia una intensiva
actividad agrícola, con cultivos de huerta para consumo y para la
industria, como notables áreas de vid que dan lugar a los afamados
vinos de Rioja.
La depresión del
Ebro y sus laderas estuvieron integradas funcionalmente por la
trashumancia ganadera. Hoy la montaña es ganadera y la depresión,
agrícola. En el sistema extensivo predomina la cebada y en el
intensivo los cultivos de forrajes y hortalizas y algunas comarcas se
da una fuere intensificación de frutales y ganadería.
En cuanto a la
propiedad son de diversos tamaños.
3.3 El domino mediterráneo litoral.
El litoral mediterráneo tiene como
elementos definidores la baja altitud sobre el nivel del mar y un
régimen térmico de veranos calurosos e inviernos templados y
moderados, aunque siempre con escasas precipitaciones. Tiene un
marcado carácter de franja litoral entre el mar y las montañas, en
el interior a través de las depresiones del Guadalquivir y del Ebro.
Caracterizado en su conjunto por el dinamismo del espacio agrario,
por la coexistencia de actividades no agrarias sobre el espacio rural
y por el alto grado de intensidad de sus aprovechamientos.
- Cataluña tiene un terrazgo de reducida extensión. Paisajes agrarios muy intensivos, especializados y de clara orientación hacia el mercado. Un fuerte retroceso de los cultivos de secano y un notable desarrollo de la ganadería estabulada e industrial, de los cultivos hortofrutícolas y de la vid.
- El Levante acoge un regadío de elevados rendimientos. Junto a hortícolas, destacan los cítricos, frutales y arroz. Se aprecia la competencia del turismo y de la industria en disputa por el suelo, de modo que la agricultura esta cediendo sus suelos tradicionales para usos y desplazándose hacia tierras de peor calidad.
- En Andalucía, distinguimos varios paisajes, orientados en franjas desde Sierra Morena hasta el mar: las dehesas y espacios cinegéticos forestales, los paisajes acortijados de la depresión del Guadalquivir, los olivares subbéticos, las hoyas y depresiones interiores, altiplanicies cerealistas y los enclaves de regadío y los cultivos bajo plástico, que se interponen entre el Mediterráneo y las cordilleras.
3.4 Canarias
El archipiélago canario tiene una
superficie agraria muy reducida, por la configuración volcánica.
Solo 20 % de la superficie y preferentemente en las zonas bajas y en
las laderas donde se han construidos terrazas. Muy condicionadas por
la falta de agua y favorecida por el régimen térmico. Desarrollaron
una agricultura de exportación basada en el plátano, la patata y el
tomate. Agricultura insular ha coexistido con una notable cabaña de
ganado cabrío.
5.3 Dominios y paisajes agrarios en
Andalucía
Los distintos usos y aprovechamientos
del suelo se concreta y visualizan en el espacio en forma de paisajes
agrarios, estructuras agrarias y de los componentes naturales del
medio. En Andalucía se presentan una extraordinaria adecuación a
los grandes ámbitos geográficos.
- Los paisajes agrarios de Sierra Morena tradicionalmente una orientación silvopastoril, por el carácter accidentado del terreno, que impedía o limitaba los usos agrícolas. Desde mediados del siglo XX experimentaron el retroceso de la ganadería extensiva y los avances de la repoblación forestal, que han quedado desprovisto de su utilidad agraria (salvo el olivar) se han convertido en espacios de ocio y aprovechamiento cinegético.
Las dehesas
ubicadas en las penillanuras de Sierra Morena. Su elemento
característico es el arbolado de encinas, núcleo de una explotación
agroganadera. La comarca cordobesa de Los Pedroches.
- Los paisajes agrarios de la depresión del Guadalquivir tienen excelentes condiciones agronómicas del medio, fertilidad de unos suelos y la topografía llana o suavemente ondulada. Estos espacios son asiento de los tradicionales cortijos; diferentes cultivos, entre los que destacan los cereales y el girasol y la remolacha. El viñedo en zonas como Jerez, Montilla-Moriles y El Condado (Huelva). Destaca el alto grado de ocupación agrícola del espacio, la ausencia de arbolado y flora y la existencia de un hábitat concentrado, de grandes y distantes pueblos.
- Los paisajes agrarios de las Béticas.
- Los paisajes de monocultivo olivarero, que se extienden por el borde meridional de la depresión del Guadalquivir y por el flanco de las cordilleras subbéticas.
- Los altiplanicies cerealistas de las hoyas y depresiones intrabéticas
- El mosaico paisajístico del ámbito propiamente mediterráneo, en el que se incluyen enclaves de policultivo, paisajes de arboricultura de secano y la franja litoral de sistemas intensivos entre los que se destacan los enarenados e invernaderos.
- Los regadíos andaluces. Conforman paisajes singulares entre los que podemos destacar las huertas, las vegas interiores de Andalucía oriental o las modernas extensiones de frutales y cítricos del valle del Guadalquivir.
Tema 18. La actividad pesquera en
España. Significado de la pesca en España. Regiones pesqueras de
España y principales caladeros. Importancia creciente de la
acuicultura en España.
4. La pesca y la
acuicultura.
España ha sido y es una de las grandes
potencias pesqueras mundiales por tres características principales:
tamaño de la flota, volumen de capturas y el valor de la pesca
desembarcada.
En 2007 existen 13.331 buques
pesqueros, que capturan cada año 710.896 toneladas de pescado.
Estos datos son indicativos de la
importancia de la pesca española, aunque, si los comparamos con los
de hace un cuarto de siglo, se aprecia un declive de la actividad,
como consecuencia, el agotamiento de los caladeros nacionales, de la
nueva situación internacional del mar, del ingreso de España en la
Unión Europea, etc. La industria pesquera es directa e indirecta.
Caladeros: zona marítima de pesca
abundante.
4.1 Las condiciones del litoral.
España tiene un amplio perímetro
costero cuyo litoral se reparte entre mares diferentes. (Litoral:
franja de la costa comprendida entre la línea de máximo alcance de
la marea y la de mínimo). Para la pesca influyen su juventud
geológica, la considerable extensión de las playas y el moderado
desarrollo de la plataforma continental.
- Océano Atlántico. Aguas de salinidad moderada, temperaturas entre los 10 y 18ºC en agosto y entre 11 y 15 grados en enero, corrientes marinas que facilitan la distribución del plancton. Esto permite la existencia de una franja costera de varios hectómetros de anchura, alternativamente sumergida y emergida, que facilita el marisqueo sobre la arena de la playa.
- El Mediterráneo. Es un mar de aguas calientes (hasta 25 grados en agosto y 14 grados en enero). Contiene menos fitoplancton que el océano, no tiene mareas que faciliten el vaivén de las aguas y la salinidad se eleve hasta el 38%. La comunicación con el Atlántico es escasa, el Mediterráneo es, a efectos de pesca, un ámbito tan especial y frágil como a efectos ecológicos.
Las diferencias marinas y litorales
justifican la diversidad de la fauna. Entre ellas destacan la
sardina, merluza, atún, anchoa o boquerón, caballa, pargo, mero,
etc. Explican la especialización portuaria y el distinto significado
de la pesca en cada una de las regiones costeras.
Se ha dado la sobreexplotación en los
últimos años; los puertos están cada vez más especializados y se
han convertido en muelles de descarga de especies capturadas y la
transformación industrial de la pesca y de la distribución
comercial.
4.2 La pesca, una actividad
tradicional en continuo cambio
La pesca alcanzó una dimensión
comercial en la época romana. En la Edad Media la
pesca continuó teniendo un marcado carácter de subsistencia. A
partir del siglo XIX la pesca adquirió una dimensión nueva
por efecto de la Revolución Industrial y de la aplicación del vapor
a la navegación. Los arrastraros impulsados por maquinaria a
vapor se introdujeron en la flota española por Cádiz y Huelva.
Fabricaron artes de pesca a gran escala, lo que permitió a los
barcos el alejamiento de la costa y una pesca cada vez más eficaz.
Tras el paréntesis de la I Guerra
Mundial y a partir de 1925 se inició la moderna pesca del
bacalao en Terranova. La Guerra Civil y tras ella, la II
Guerra Mundial paralizaron la actividad pesquera en nuestro país.
Las transformaciones más espectaculares en la pesca se produjeron en
la década de 1960. Subsistió la pesca de bajura, pero
el grueso de capturas empezó a recaer en una moderna flota
congeladora.
4.3 El nuevo Derecho del Mar y la
Política Pesquera Común
4.3.1 El nuevo Derecho del Mar
Terminada la II Guerra Mundial, Estados
Unidos dio un paso muy importante respecto al surgimiento de un nuevo
Derecho del Mar, declaró la propiedad de los recursos existentes
en el lecho y subsuelo de la plataforma continental, entendida ésta
como prolongación del propio continente.
Las aguas jurisdiccionales son
las comprendidas entre la línea de costa y doscientas millas mar
adentro. En 1976 Estados Unidos declaró unilateralmente la
ampliación de sus aguas jurisdiccionales a doscientas millas.
Obedeció al deseo de liderar el proceso negociador en la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar.
Las declaraciones de ampliación de
dominio se generalizaron, lo que significo que, en adelante, el 90%
de los recursos pesqueros mundiales quedaban comprendidos en los
límites de las zonas privativas de aprovechamiento. Para España las
consecuencias fueron inmediatas y muy perjudiciales, al quedar
cortado el acceso a los caladeros tradicionales, situados en
aguas que hasta entonces habían gozado de la condición de
internacionales y de libre aprovechamiento pesquero.
4.3.2 España y la Política
Pesquera Común
La Política Pesquera Común
guarda gran afinidad con la Política Agraria Común y contiene
cuatro puntos básicos:
- Política de conservación de recursos. Se establecen las Tarifas Anuales de Capturas, como base para la asignación de cuota a los países miembros.
- Política estructural, orientada a la mejora de las estructuras pesqueras, de la industria transformadora y de los equipamientos portuarios.
- Organización Común de Mercados, va encaminada a establecer y garantizar rentas equitativas a los pescadores y precios razonables a los consumidores.
- Política de acceso a los caladeros exteriores, que se realiza mediante acuerdos de diversa naturaleza con terceros países para los buques de los países comunitarios puedan pescar en sus respectivos caladeros. España promovió numerosas iniciativas y obtuvo importantes logros, en particular subvenciones que permitieron la construcción de un millar de buques nuevos y la reconversión de más de 2000
En 2002 la Unión Europea realizó una
reforma de su Política Pesquera Común. Se mantuvieron
algunos planteamientos básicos anteriores, pero se introdujeron
otros nuevos de gran repercusión.
El más significativo ha sido el
objetivo de garantizar el desarrollo sostenible de la actividad
pesquera en sus dimensiones económica, ecológica y social, que
procura un mayor grado de concordancia con las políticas europeas de
medio ambiente y de desarrollo. Esto supone un cambio cualitativo
importantísimo: de considerar el mar como fuente de un recurso
abundante – el pescado – Se ha pasado a entenderlo como un medio
generador de unos bienes susceptibles de ser aprovechados en unas
condiciones de extracción que no comprometan su existencia futura.
4.4 La pesca hoy. Su desigual
significado regional en España
La flota ha experimentado una
grandísima transformación y se halla hoy a la vanguardia de las
tecnologías en lo que se refiere a sistemas de navegación. Muchos
buques merecen el calificativo de autenticas factorías; estos barcos
coexisten con una flota tradicional de bajura, cuya actividad resulta
cada día más difícil. Los lugares de pesca han variado, hoy
e pesca en aguas de aprovechamiento económico pertenecientes a otros
países, hasta los océanos Indico y Pacifico. El volumen de pesca
capturada por barcos españoles ha decrecido, a consecuencia de las
limitaciones impuestas a la flota, la reducción de la misma y las
clausulas contenidas en los convenios internacionales. Estas
circunstancias explican que España haya dejado de ser un país
exportador para convertirse en importador de pescado. Las regiones
pesqueras españolas son:
- Galicia conserva si primicia pesquera en España, aporta un tercio de las capturas y casi la mitad del empleo en el sector. Participa junto con la flota cantábrica, en la pesca en aguas adyacentes (sardina, merluza), en los caladeros comunitarios del Atlántico (atún, pez espada) y en aguas muy alejadas (fletán, bacalao, atún).
- Andalucía. La flota evidencia un fuerte componente artesanal y la pesca de bajura tiene un marcado carácter de actividad a tiempo parcial.
- Litoral mediterráneo, donde ha sido muy importante la pesca de rape o lenguado. La pesca ha llegado a unos niveles mínimos por agotamiento de las pesquerías. La flota está obsoleta, la pesca es muy tradicional y el Mediterráneo está en una situación preocupante.
- La pesca canaria. Su importancia pesquera radicó en la explotación del banco sahariano. El campo de coyuntura en el mar le privó de los caladeros tradicionales y convirtió sus puertos en base de operaciones de las flotas del Atlántico suroriental. Desarrolló una importante industria conservera que se transformó hacia la obtención de harina.
5.4 La pesca en Andalucía
La pesca ha decrecido en los últimos
tiempos. En buena medida, es consecuencia del ingreso de España en
la Unión Europea, de la integración en la Política Pesquera Común
y de la nueva situación de la pesca a escala comunitaria.
También han influido las condiciones
geográficas de los litorales andaluces y de los mares adyacentes, el
agotamiento o carestía de los recursos pesqueros y la dificultad de
acceso a los caladeros tradicionales.
La flota de pesca andaluza esta
integrada por el 15 % de la flota española. Su arqueo es de un
promedio algo inferior al nacional y por su antigüedad, se halla en
una posición intermedia entre las flotas artesanales y las muy
modernas. Los principales puertos pesqueros de Andalucía son El
Puerto de Santa María, Isla Cristina y Punta Umbría.
Pese al decrecimiento de la actividad,
la pesca aun conserva un gran significado económico, social y
cultural a escala local. La acuicultura ha experimentado un gran
crecimiento; existen numerosas instalaciones productoras y muchas
empresas e instituciones llevan a cabo una importante labor de
investigación.
4.5 La acuicultura
La acuicultura se define como la
explotación de organismos acuáticos, incluyendo peces, moluscos,
crustáceos y plantas marinas. La acuicultura comprende tres
actividades principales: cría de maricos y cría de peces de agua
dulce
Es una actividad que ha experimentado
un crecimiento espectacular en las últimas décadas. Su
interés radica en que es una fuente importante de producción
pesquera para el consumo humano y en su contribución al
sostenimiento económico y desarrollo de las poblaciones y regiones
pesqueras.
Este rápido desarrollo se debe a la
necesidad de abastecer a los mercados de productos alimenticios cada
vez más competitivos y a la concienciación global e institucional
de la necesidad de proteger los recursos marinos.
- La acuicultura marina tiene mucha más importancia que la continental, si bien el valor de ésta por tonelada de producción es mayor
- Las principales especies cultivadas son la dorada el rodaballo y la lubina, en lo que a peces se refiere, y el mejillón y la almeja entre los moluscos
- Por comunidades destaca Galicia. Le sigue Andalucía y entre las comunidades interiores destaca Castilla y León.
TEMA19. Los espacios industriales
en España. Proceso de industrialización en España. Características
generales y distribución territorial de la industria española.
Factores de la actividad industrial española.
1. La actividad industrial
La industria consiste en el proceso de
transformación de materias o productos no aptos para el uso o
consumo directo en otros productos que sí pueden ser consumidos o
usados por la población o utilizados en nuevos procesos
industriales.
Durante el siglo XVIII, aumento la
producción, trabajar en serie y acortar los tiempos de elaboración.
Se había iniciado la Revolución Industrial. La nueva
industria precisaba instalaciones adecuadas y costosas. Había
mercados donde vender los productos manufacturados.
Las primeras localizaciones
industriales estuvieron condicionadas por la proximidad a los
yacimientos de carbón y de materias primas. Se construyeron redes de
ferrocarriles. La relación entre industria y transporte tuvo grandes
repercusiones graficas. La industria preciso de grandes inversiones.
Se produjo entonces la II Revolución Industrial. Surge la
globalización económica.
2. Los antecedentes de la
industrialización española en la Edad Contemporánea.
2.1 Los antecedentes de la
industrialización española
Desde finales del siglo XVIII
ilustrados y reformistas alzaron a su voz a favor del desarrollo e
industrialización del país. España contaba con las Reales
Fabricas. Como factores negativos, acusaba los problemas de la
insuficiencia energética, la escasez de recursos tecnológicos y una
excesiva mentalidad rural.
La Guerra de Independencia, en la
primera mitad del siglo XIX se pusieron hitos importantes para
la industrialización, tales como la construcción de altos hornos,
la inauguración del primer tramo de ferrocarril o la instauración
del vapor en las fábricas textiles de Cataluña.
- Los inicios del despegue industrial.
Junto a la industria siderurgia y
textil, el logro más importante fue la red ferroviaria. Eran
construidos la mayor parte por empresas y capital extranjero. La red
de ferrocarriles estaba al servicio de la explotación minera.
Aprovecharon pronto el flete de retorno para trasladar hasta
el puerto de origen el carbón que precisaba la industria
siderúrgica. La industrialización española avanzó bajo el signo
del proteccionismo.
- El crecimiento industrial hasta la Guerra Civil.
Durante el primer tercio del siglo
XX, se consolidaron sectores industriales como el metalúrgico,
textil o químico. El proceso industrializador conoció los efectos
de los beneficios comerciales derivados de la I Guerra Mundial.
Mejoró la productividad industrial y se dio un notable impulso a la
construcción de obras públicas en la dictadura de Primo de
Rivera.
- La reconstrucción industrial de la posguerra.
Había un contexto de autarquía,
es decir, de valimiento por sí mismos y de aprovechamiento de los
recursos propios. Se creó el Instituto Nacional de Industria,
sobre la base de una fuerte participación de capital estatal en los
sectores básicos de la industria (siderúrgica, naval,
petroquímica). La economía española encontró un cierto
alivio a partir de las negociaciones con Estados Unidos y el ingreso
de la ONU. Se puso fin al aislamiento y España se integró
gradualmente en la economía internacional. Se polarizó claramente
hacia Cataluña, País Vasco y Madrid el desarrollo industrial. Se
abordó el desarrollo industrial y económico bajo las directrices
del denominado Plan de Estabilización.
- El impulso industrializador de los años sesenta.
El Estado puso en marcha los Planes
de Desarrollo y una política regional basada en los Polos de
Desarrollo y de Promoción. El PIB tuvo un índice de
crecimiento.
- Crisis y reestructuración de la industria española.
La crisis industrial que afectó a
España fue a partir de 1973. Respecto a las causas externas, está
el encarecimiento de los precios del petróleo, la dependencia
energética y del incremento experimentado por el consumo del
petróleo. Otra causa fue la emergencia de los nuevos países
industriales. La industria española quedaba desbordada. Entre
las causas internas cabe destacar la fragilidad resultante de
la dependencia energética y tecnológica.
Con la reconversión industrial
pretendía racionalizar la producción industrial. La reconversión
afectó a las grandes empresas creadas en la etapa desarrollista. A
la vez se procedió al desarrollo de programas de
reindustrialización.
6. Los procesos territoriales.
Se produjo un proceso de la
polarización industrial. Se consolidó así un modelo de
ocupación industrial de espacio con una concentración manifiesta en
el País Vasco, Cataluña y Madrid, que atraían nuevas fabricas.
Entre 1965 y 1975, se concentró el mayor crecimiento industrial en
las cinco mayores áreas metropolitanas. Contó con los efectos
derivados de los Planes de Desarrollo, que estuvo realzado por la
llegada de las grandes multinacionales del sector químico y
automovilístico.
El modelo anterior comenzó a variar en
los años ochenta, frente a las cuales la descongestión industrial y
la búsqueda de nuevos emplazamientos se ofrecían como solución.
Todas estas circunstancias han propiciado un proceso de difusión
espacial. En su dimensión espacial la industria española se
articula hoy sobre los centros, los enclaves nodales surgidos en
el contexto rural dominante y los ejes.
7. El nuevo mapa industrial
- Consolidación de Madrid y Barcelona como centros neurálgicos de la industria española. Sus respectivas áreas metropolitanas han consolidado una potente industria.
- Declive de espacios tradicionales, particularmente en la cornisa cantábrica. El declive ha afectado a Asturias y País Vasco. También ha afectado a Puertollano, El Ferrol, Bahía de Cádiz, etc.
- Espacios industriales en expansión, entre los que destacamos las áreas periurbanas y los ejes de desarrollo industrial. La industria se ha instalado al amparo de la proximidad a los centros urbanos y situación estratégica en las vías de comunicación, entre otras.
- Los ejes de desarrollo industrial. Los ejes más dinámicos son el del Ebro y el del Mediterráneo. Hay que añadir otros ejes interiores como el del Henares, que se extiende desde Madrid hacia el Norte.
- Los espacios de industrialización escasa se corresponden con los espacios interiores de la Península y algunos periféricos que presentan el denominador común de la inferioridad industrial. Distinguimos importantes núcleos industriales como Zaragoza, Valladolid, Burgos, Huelva-Cádiz-Sevilla. En segundo lugar destacamos una generalidad de espacios como los insulares, Castilla-La Mancha o Extremadura, entre las cuales se incluyen su baja densidad de población.
2. Las materias primas
Distinguimos la de origen mineral,
forestal, agrícola, ganadero o pesquero. Las más importantes han
sido la de origen mineral, que han sido fundamento de la
industrialización contemporánea y factor clave de la localización
industrial. La industria consume hoy mayor cantidad de materias
primas.
2.1 Materias primas de origen
mineral
Los minerales son sustancias
inorgánicas de composición homogénea que se hallan en la
superficie terrestre o en las diversas capas que componen la corteza
del globo. Su extracción se realiza en canteras o minas. Se
clasifican en cuatro grandes grupos:
- Minerales energéticos. Carbón y el uranio.
- Minerales metálicos. Destacan el hierro, plata y oro entre otros. Su destino es el abastecimiento de las industrias metalúrgicas.
- Los minerales no metálicos. Como el cuarzo o la arcilla. Se utilizan en la construcción y en la industria química.
- Las rocas industriales. Como el mármol o el granito. Se destinan a la construcción y su extracción puede tener un gran impacto ambiental; muestra son las canteras que aparecen como cicatrices en nuestras montañas.
2.2 Materias primas de origen
orgánico.
Menor importancia a las materias primas
de origen orgánico (lana, lino, algodón) que las de origen mineral.
Se han incorporado de forma progresiva a los procesos industriales
materias primas de origen animal o vegetal cuyo consumo requiere una
transformación previa.
- Materias primas de origen forestal. Madera
- Producciones agrarias. Consumo directo y consumo por el desarrollo de la sociedad urbana, han pasado a abastecer a la agroindustria.
- Las materias primas de origen pesquero. Surtiendo a la industria en alta mar. La pesca es hoy materia prima de la industria conservera.
- La tradicional riqueza minera de Andalucía y el declive actual
Andalucía ha tenido una grandísima
importancia minera. Andalucía fue considerada el paraíso de
los metales. Se abrieron grandes minas regentadas por
compañías británicas, francesas o belgas. Las minas
andaluzas se distribuían principalmente en el ámbito de Sierra
Morena. Los principales yacimientos se localizaban en Riotinto
(cobre, plomo, otro, plata) y Linares-La Carolina (plomo). A
comienzos del siglo XXI la actividad minera ha concluido por el
agotamiento de las reservas. Aun existen canteras. La más importante
es la explotación de mármol en Macael (Almería).
3. La industria en el contexto de
la globalización.
La globalización es un fenómeno
que consiste en la integración de las economías nacionales en una
economía de mercado a escala mundial. El resultado ha sido modesto
en cuanto a aumento de la producción industrial.
- La integración en los mercados internacionales supuso el abandono del proteccionismo. Libertad de comercio.
- La apertura al exterior tuvo su respuesta inmediata en el comercio; crecieron muchos.
- Las inversiones extranjeras en España aumentaron considerablemente, las cuales estuvieron dirigidas hacia los sectores y actividades que requieren más capital y tecnología. Se beneficiaron de la fragmentación de algunos holdings y se puso las bases para estrategias de deslocalización.
- Ello ha conllevado sobre nuestra industria consecuencias de todo tipo. Una de las principales ha sido la alteración de la jerarquía de las ramas industriales.
- El resultado final de la inserción de nuestra industria en la economía globalizada ha sido la descentralización de la producción y el efecto de la concentración de decisiones que afectan a la industria.
5. La política industrial
La Política Industrial Comunitaria
entro en vigor en 1933. Su planteamiento básico era asegurar la
existencia de las condiciones necesarias para la competitividad de la
industria comunitaria; estableció como principales objetivos la
adaptación de las industrias a los cambios estructurales y una
atención especial a la investigación, al desarrollo y la
innovación.
En 2005 la Comisión Europea
actualizó las bases de la política industrial. El
establecimiento de una base industrial solida y dinámica fundamental
para el crecimiento de la Unión Europea. Gran importancia tiene la
industria por el empleo que genera, por la producción que obtiene y
porque sobre ella descansan las tres cuartas partes de las
exportaciones. Se ha programado el programa marco 2007-2013.
España aprobó el Plan Nacional de Reformas.
- Medidas de apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (PYME). Pretende mejorar la productividad, modernizar la gestión, acelerar los procesos de innovación, incrementar la competitividad y favorecer la internacionalización.
- Fomento de la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I).
- Actuaciones de política sectorial, diferenciando entre los sectores de más intensidad tecnológica y los de intensidad media y baja.
- Reindustrialización en zonas afectadas por ajustes laborales de empresas públicas y privadas.
Asi mismo el cumplimiento de los
contemplados en el Protocolo de Kyoto.
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